4578

Martes, 23 de febrero de 2021

Toda la tarde leyendo a Kertész. Ya dije que los esfuerzos de Kertész por situarse a la sombra de Dios en su último libro, El espectador, arrodillan un poco su cerebro, pero tampoco tanto. La intensa lucidez de Kertész. Un escritor que sabe que la verdad nunca resplandece.

“Los principios actuales del poder muestran a las claras que quien ha sobrevivido es el peor de los tipos; así como, según dicen, las bacterias y los seres vivos más bajos sobrevivirán cualquier catástrofe natural que aguarda al hombre, también los sobrevivientes de la sociedad provienen del tipo humano más vil y más indigno que se asegura luego su conservación mediante la contraselección”.

“Hay que comprender dos cosas al mismo tiempo: la increíble importancia y significancia de la existencia individual, única, así como la increíble insignificancia y falta de importancia de la existencia individual, única”.

“Da la impresión de que una mayoría decisiva de los intelectuales del país quieren la dictadura ideológica. Nunca he visto con tal nitidez y simplicidad el porqué. La dictadura ideológica funciona mediante una contraselección, y toda existencia mediocre o incluso de capacidad inferior a la media le supone una garantía de supervivencia segura”.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019