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Jueves, 18 de febrero de 2021

Mi abuela María Blanco venía siempre cargada ¡como una mula! decía mi madre de pie en el portal con los brazos en jarra ¡mira mira por ahí viene María Blanco cargada como una mula corran corran niños vayan a ayudar a su abuela! y nos traía ropa o zapatos o comida María Blanco para que no pasáramos hambre y hasta un día (cuando aún la Gran Revolución no nos había liberado de las tiendas en las que vendían refrigeradores y cualquier ciudadano podía comprarlos) trajo un refrigerador, aquí nevera, que fue el que tuvimos toda la vida toda la vida tuvimos ese refrigerador más de veinte años y en el calor infernal de la isla bebíamos agua fría o fresca lo que era un privilegio (la gran Revolución ya nos había liberado del agua fría en lugares públicos sólo agua tibia o caliente en lugares públicos) mi abuela tenía un buen trabajo en la consulta de un médico (cuando aún la Gran Revolución no nos había liberado de las consultas privadas de los médicos) y no un trabajo como el de mi padre que le pagaba una miseria mi abuela era la abuela en la uno piensa cuando piensa en una abuela la abuela de las películas una mujer dulce y majestuosa de pelo muy blanco y fino y vestidos de óvalos vestidos de señora y ojos azulísimos que heredó mi hermano Nicolás y piel tersa y mofletes sonrosados y aún vive mi abuela María Blanco porque yo puedo ver a mi madre en el portal con los brazos en jarra y nos dice ¡corran corran! y puedo verme salir corriendo a la calle y veo a mi abuela llegar cargada como una mula.

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© Juan Abreu, 2006-2019