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Miécoles, 3 de febrero de 2021

VOX ha echado abajo la muralla progre antiespañola. Tras la muralla ha medrado y progresado a salvo el racismo catalán y vasco y tras la muralla progre a salvo esos grupos minoritarios de españoles catalanes y vascos antiespañoles han conseguido que caciques como Pujol, o el cacique nacionalista vasco de turno, conspiren contra la igualdad y la libertad de lo ciudadanos españoles. Y tras la muralla progre esos caciques han moldeado una España a su medida, ¡una España antiespañola! Una España de ciudadanos españoles de primera y segunda y hasta de tercera. Y a todos los españoles, embrutecidos tras la muralla progre por la educación socialdemócrata y tribal, les parecía normal ese estado de cosas. Pero. VOX ha derribado la muralla progre y por encima de sus corruptos escombros ha entrado un aluvión de ciudadanos españoles que desea una España libre e igual, una España española. ¿Desear una España española de ciudadanos libres e iguales es ser fascista? Pamplinas.

La muralla progre la levantaron el PP y el PSOE (el PP no es más que una aspiración a ser el PSOE, una aspiración a detentar la falsa superioridad moral del PSOE) durante cuarenta años de cobardía, negocios y complicidad con los nacionalistas antiespañoles catalanes y vascos. Los españoles podrán seguir votándolos, es su suicidio a fin de cuentas, pero la única barrera anti progre y anti connivencia con el enemigo de los españoles libres e iguales pasa por VOX, pasa porque VOX tenga suficientes escaños en Cataluña y a nivel nacional para revertir o condicionar las políticas de apaños y chanchullos del PP y el PSOE con las fuerzas antiespañolas. Apaños y chanchullos que han dado lugar a una españolidad avergonzada de serlo, a un golpe de estado en Cataluña y a un partido castro-chavista en el gobierno de España. Al partido Ciudadanos no lo menciono porque el partido Ciudadanos no es más que socialismo maquillado e ilusión perdida.

¡Y aún hay quién busca razones para votar a VOX!

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© Juan Abreu, 2006-2019