Juan Abreu
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Sábado, 23 de enero de 2021
Ya ha tomado posesión el nuevo presidente de USA y Trump no está en la Casa Blanca. Bien. No voté por Trump. Por motivos obvios, era un hombre que no se sabía comportar, grosero, indigno del cargo. Eso sí, era un hombre con buenas ideas (salir de la OMS, quitarle el dinero a la ONU, hacer que la UE se pague su propia defensa, llamar al virus chino virus chino), pero un hombre que era todo gestos, no invadió Venezuela ni paró los pies a Irán que le pasó sus barcos llenos de petróleo ante las narices, y así. Es verdad que mató algún destacado terrorista, pero mató poco la verdad, muchísimo menos que Obama, el pacifista. Qué oportunidad perdida Trump, si hubiera sido un conservador, un hombre de derechas, pero más astuto y más hombre de acción. Qué oportunidad perdida. Necesitábamos un presidente de derechas, firme, brillante y sagaz, y nos salió un bocazas.
Tampoco voté por Biden. Después de ver los videos de Biden manoseando niñas era imposible votar por Biden. Hacía falta cierto grado de indecencia para votar por Biden después de ver esos videos. No digo que sea un pedófilo, digo que verlo manosear de manera tan asquerosa a niñas me impedía votar por él. Por otro lado ¿cómo esperar que USA revierta el proceso de decadencia cultural (basta ver el espectáculo imbécil de las universidades con sus políticas de género, sus prohibiciones de libros y la actitud repugnante y estúpida de políticos norteamericanos arrodillándose por una supuesta deuda con los negros norteamericanos; si hay deuda con los negros norteamericanos también la hay con los irlandeses, británicos y basura blanca en general, esclavizados en USA en mayor cantidad y de manera más cruel que los negros, por cierto. La presidencia de Biden será una presidencia sumisa, a juzgar por la ceremonia de toma de posesión, (¡aquel poema espantoso pero reivindicativo!), a los grupos de presión negros y chochocráticos, anclada en los métodos, maneras e ideología de un hombre que ha ejercido de político y vivido de la política desde hace cuarenta y siete años y durante esos cuarenta y siete años jamás ha destacado por sus iniciativas políticas. ¿Y ese burócrata manoseador de niñas va a encabezar la renovación moral, cívica y cultural que necesita USA? No me hagan reír.
USA sólo sobrevivirá si recupera su destino Imperial. Ese es claramente el objetivo de la política imperial de China, y no veo a nadie escandalizado.
