4538

Jueves, 14 de enero de 2021

“Me parece a mí que habrá que tomar alguna medida para hacer que un diputado o representante del pueblo, para ser miembro del poder legislativo, no sea alguien de una hiriente ignorancia, una cabeza loca o con reacciones no ya infantiles o inmaduras, adornados con la palabra democracia. Resulta todo ello muy penoso y hace despreciable la vida pública”.

“Veo unos pocos minutos de lo que llaman debate entre los dirigentes de los partidos que optan por gobernar, pero soporto muy poco oírlos. Porque hablan de aborto, gestión de alquiler de vientres, ingeniería sexual. Se asemejan simplemente a gestores de ganado y matarifes que ofrecen sus servicios: cambios de sexo, negocios con embriones, niños de laboratorio y eutanasia, y como si todas esa práctica darwinista y hitleriana les otorgara una cierta orgullosa sans façon de gentes progresadas, que nos miran a los demás mortales de mente antigua y provinciana hasta el punto de provocarnos un inmenso asco y miedo, entremezclados con desprecio”.

“Ruido electoral, en medio del cual lo que más se nota es un creciente desorden de la mente y en el ethos nacionales, aún dentro de la misma Iglesia, que ya ha adoptado, por lo demás, la misma conceptuación y el mismo palabreo de la izquierda sagrada o cristianismo convertido en socialismo avanzado. La única novedad es el movimiento patriótico de VOX, que puede dificultar el automatismo del consenso izquierda-derecha con el triunfo de la izquierda previsto de antemano, y también aceptado naturalmente de antemano, como una ley histórica”.

Sigo con Jiménez Lozano.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019