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Sábado, 9 de enero de 2021

Lo de recordar el fin del mundo es muy interesante y no le encuentro explicación. Yo he estado en el fin del mundo por ejemplo cuando entré en la habitación metálica de un hospital de Miami donde tenían a mi madre muerta tendida en una camilla el suelo ensangrentado y cubierta con una sábana blanca tan blanca; también en el cementerio de Père Lachaise en el momento en que bajaron el féretro del pintor Camacho al crematorio me dije: es el fin del mundo. Pero. En ambos casos en el hospital y en el cementerio francés no era el fin de un mundo sino el fin de un mundo. El fin del mundo se halla más allá de tragedias personales y viene a nosotros en la nieve al caer cuando cae la nieve el mundo termina y soy capaz de recordarlo.

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© Juan Abreu, 2006-2019