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Jueves, 7 de enero de 2021

El Asno Anaranjado nunca supo respetar el cargo de presidente de USA y el asalto al capitolio en Washington D.C ha sido la culminación de su grosería y su estulticia. Ver a esa chusma irrumpiendo en las bellas estancias de la democracia norteamericana ha sido desolador. Lo menos que esperamos los norteamericanos es que el Asno Anaranjado termine en la cárcel o en un establecimiento psiquiátrico, o a ser posible confinado en un establo atendiendo a su condición de asno. El daño que ha causado el Asno Anaranjado a la libertad y la democracia, no solo en USA, es inconmensurable. La democracia norteamericana es la espada en la oscuridad la luz a la que volverse cuando creemos que ganará la oscuridad y se esfuman nuestras esperanzas. El Asno Anaranjado nunca estuvo a la altura de esa luz. Qué tiempos sucios nos ha tocado vivir.

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© Juan Abreu, 2006-2019