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Jueves, 19 de noviembre de 2020

Estoy viendo una serie alemana Dogs of Berlin y gratamente sorprendido por la realidad con que está narrada en el primer capítulo el protagonista está follando con su mujer o novia ella a cuatro patas y follan como perros como se dice y de pronto se abre la puerta de la habitación y el hijo no sé si de ella o de ambos aparece porque no puede dormir tendrá unos diez o doce años y absoluta realidad la pareja deja de follar y se levanta el hombre desnudo y con la mayor naturalidad, cariñosamente, lleva al niño a su habitación y lo acuesta, en cualquier otra serie esta escena tendría tanto aspaviento hipócrita tanta moralina y tanto ¡el niñito pobre que los ha visto follando! que haría vomitar a un buitre, absoluta realidad como digo la mujer del hermano del protagonista se asoma en tetas y qué tetas por la ventana de un primer piso a decirle que el hermano no está en casa gente real haciendo cosas reales mujeres y hombres reales y además contundentes las mujeres con su grasa y su masita de andar por casa, nada de esos desnudos españoles que uno nota que el director te está diciendo ¡mira mira tetas tetas! todo muy posado y antinatural y de las series anglosajonas ni hablo todo ha de ser aprobado por la curia políticamente correcta en esas series y las mujeres plásticas y operadas hasta la extenuación (del cirujano). Ah y en una escena una emigrante turca o por el estilo propina una paliza y roba y mea a una alemana que le da trabajo tremenda hija de puta la emigrante, y en otra escena uno de los protagonistas policía llega a casa después de un duro día de trabajo y lo recibe el marido y todo absolutamente real nada de estereotipos ni mariconadas, dos hombretones muy viriles. Se agradece Dogs of Berlin en este mundo cuya representación es cada vez más falsa hipócrita adoctrinadora e irreal.

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© Juan Abreu, 2006-2019