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Lunes, 5 de octubre de 2020

Volvemos a Gargantúa y Pantagruel. Ya estamos en el libro cuarto y ay, sólo tiene cinco. A la gente que no lee deberían meterlos en campos de concentración lo de la vida no es nada sin libros. En esos campos estarían obligados a leer todo el día y entre las penas por no cumplir las normas de lectura no descarto la pena de muerte. En Gargantúa y Pantagruel obra maestra absoluta y madre y padre de la novela (se publicó sesenta años antes que Don Quijote) y ejemplo insuperable de modernidad literaria nunca superada, encuentro palabras maravillosas como ñacañacacametesacatrincado y encuentro la mejor descripción del estado del mundo, que no ha variado en quinientos años. Dice el gran Panurgo: El mundo está porculizado.

Y digo volvemos porque cuando me siento en mi gran mullido sillón de lectura el gato amarillo viene sin falta y se acomoda en mi regazo y me mira fijamente y como sé lo que quiere comienzo a leer en voz alta y él se pone a ronronear hasta que se queda dormido.

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© Juan Abreu, 2006-2019