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Jueves, 1 de octubre de 2020

Hoy los independentistas catalanes es decir los catalanistas nacionalistas antiespañoles xenófobos y racistas catalanes (todo es lo mismo) saldrán a las calles a celebrar el golpe de Estado. Su éxito, se entiende. Decir que el Estado derrotó a los golpistas es de risa es como decir que el Estado derrotó a ETA. Una farsa. No puede ser una derrota algo que te lleva al Poder y te da el control del Gobierno enemigo. La clave de la derrota del Estado es la cobardía a la hora de defender la democracia española y el desprecio de los políticos españoles por los españoles libres e iguales. Siempre el PP y el PSOE han preferido pactar y negociar (hacer negocios) con los enemigos de España y de los españoles libres e iguales. Si a eso se añade una población mayormente embrutecida y lobotomizada por la educación socialdemócrata y por la mirada izquierdizante de los medios de comunicación (los que no están directamente comprados), ya se tienen todos los elementos necesarios para la victoria enemiga. No se puede ganar una guerra en la que tu enemigo te considera su irreconciliable enemigo, pero tú consideras a tu enemigo un compañerito bullicioso y descarriado al que hay que financiar.

Los españoles todavía están a tiempo (creo) de levantarse e impedir el envilecimiento castro-chavista del país. Pero no lo harán. Les pesa demasiado el culo y la sumisión y la falta de orgullo nacional han calado demasiado en sus cerebros masterchef sobrevivientes granhermano y operación triunfo. Balarán obedientes hasta el final.

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© Juan Abreu, 2006-2019