Juan Abreu
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Martes, 22 de septiembre de 2020
La desespañolización de España llevada a cabo con gran éxito a nivel regional por las tribus catalana y vasca con la anuencia y complicidad del PP y el PSOE alcanzará en poco tiempo dimensiones nacionales. Ya la escuela socialdemócrata desespañolizaba, pero con la ley de Memoria Democrática la desespañolización logrará una nueva magnitud doctrinal. La nación española (la única nación que hay en España) se difuminará aún más (toda estandarización ideológica impuesta al corpus histórico de una nación debilita a sus ciudadanos libres e iguales, garantes de la nación).
En las regiones catalana y vasca la educación tiene como objetivo fabricar patriotas catalanes y vascos, no ciudadanos españoles. Con la ley de Memoria Democrática, es decir con la reescritura de la Historia de España hecha Ley, esta perversidad abarcará todo el sistema educativo español y, amén de semianalfabetos ideologizados, producirá entes plurinacionales adscritos a una antiespañolidad progre, populista, parásita, simplona, pueril, cerebralmente grupal, ideológicamente siniestra, moralmente oportunista, caudillista, aborregada, corrupta, estandarizada, inescrupulosa, vulgar, colectivizada, intelectualmente perezosa y de género.
¿Y entonces quién podrá negar que habrán ganado al fin la guerra?
