Juan Abreu
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Sábado, 12 de septiembre de 2020
Por lo del día en Cataluña de exaltación tribal y antiespañola hicimos ayer en el Jardín una contramanifestación mucho menor en lo referente al número de asistentes, el grupito de siempre pequeño repito numéricamente pero en lo referente a coeficiente intelectual y moral de un nivel completamente inalcanzable para la crápula indepetribal. Y las mujeres del grupo guapas y ciertamente rutilantes y deseadas además en el Jardín se cumple a rajatabla lo de desear a la mujer del prójimo, mandamiento. Y no llegaban hasta nuestra celebración antindepe los mugidos berridos bramidos ni clamores de la tribu y de la identidad ni siquiera llegaba el sempiterno lloriqueo catalanista. Y comimos y bebimos y cantamos y a intervalos un clamoroso ¡Viva España! hasta que comenzó a inclinarse el sol. Qué tarde feliz.
