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Martes, 8 de septiembre de 2020

Hay días sombríos que al amanecer no parecen sombríos pero que terminan siéndolo no porque suceda algo pesaroso sino porque tienen una coloración especial y eso es lo que los hace sombríos. Creo. Por la tarde estaba tratando de terminar un cuentito futurista y comenzó a caer un agua gorda. El aire se puso amarillo. Y exhaló un sopor la tierra he visto algunos cadáveres y ese sopor estaba relacionado con esos cuerpos ya sin vida que he visto pero no sabría explicar cómo, tal vez el tono lívido. El columpio blanco sulfato. La hierba rojo boris vian. El cuentecito está saliendo bien me parece, es sobre la venganza al fin alcanzada. Reinaldo me decía que teníamos que terminar de escribir rápido nuestra obra y ponernos a confeccionar una lista de toda la gente que había que matar. Todo lo demás era cobardía cagarse en las víctimas y revolcarse con los asesinos.

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© Juan Abreu, 2006-2019