Juan Abreu
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Lunes, 7 de septiembre de 2020
En algún sitio leí declaraciones de Marlaska (Marlaska con K vasca) en un acto o ceremonia en la provincia vasca. Decía que él como “ciudadano vasco y español” etcétera. Creo que el acto o ceremonia tenía lugar junto al árbol de Guernika (que habría que cortar lo antes posible eso no es un árbol es una bomba tribal). Por cierto, a Marlaska (con K vasca) lo mandaron en esa ceremonia o acto a sentarse con la chusma etarra y Marlaska (con K vasca) como es a fin de cuentas primero vasco aguantó a pie (o culo) firme como se dice toda aquella humillación que para él no lo era para él era servicio a la Patria Vasca.
Pero lo que quería decir es que Marlaska (con K vasca) decía ciudadano vasco tranquilamente aunque los ciudadanos vascos no existen. España vive instalada en una invención tribal que estúpida y sobre todo sumisamente aceptan los españoles libres e iguales. Y hay que aguantar que te digan (bueno, es un decir, yo no lo aguanto) que el euskera (esa atrocidad) el catalán (ese lloriqueo) y hasta el gallego (¿pero qué coño será el gallego?) son una gran riqueza para España y para los ciudadanos españoles libres e iguales. No lo son. Son la punta de lanza del cáncer tribal que devora España.
