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Sábado, 25 de julio de 2020

Hoy los diarios traen en portada fotografías de Santa Sofía convertida en templo oscurantista y allí Erdogan y sus devotos y lo primero que pensé al verlas fue, qué oportunidad perdida. Me da igual lo que hagan con Santa Sofía no he ido nunca a Turquía ni iré. Bombardearla sería lo mejor, si se me pregunta. Erdogan se inventó un golpe de estado para eliminar a sus enemigos y avanzar en la islamización (es decir la incivilización) de Turquía. Los europeos le han regalado miles de millones de euros a Erdogan para que tenga un arma terrible contra Europa: los inmigrantes. Pórtense bien que abro la frontera y se los mando por millares y millones. Y así les va. Y les irá peor. Por otro lado, avanza incontrolable el virus chino en Cataluña. España es la peor gestora del virus chino del mundo y Cataluña la peor gestora del virus chino de España así qué. Moriremos todos mientras los independentistas racistas antiespañoles hacen otro referéndum o declaran la independencia o alguna otra porquería por el estilo ¡gracias Rajoy por tu 155 de mierda!

Pero no todo ha sido estupidez esta calurosa mañana, recibo un mensaje de mi hermano desde Miami y me dice que acaba de leer otra vez Gargantúa y Pantagruel en la edición de Acantilado y que se ha pasado el libro entero dando gritos de júbilo y atravesado de esplendores y soltando risotadas. Naturalmente, corro enseguida a comprar el libro y dice San Amazon que ya está en camino ¡albricias! ¡albricias! la única literatura que me interesa realmente es la del ultraje la irreverencia y el fulgor feroz.

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© Juan Abreu, 2006-2019