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Jueves, 16 de jukio de 2020

El resultado de las elecciones en Galicia y el País Vasco demuestra que los nacionalismos regionales avanzan indetenibles. Y que el País Vasco ha producido en los últimos cuarenta años generaciones enteras de inmorales y de canallas. El objetivo de los nacionalismos regionales, como se sabe, es la disolución de España. El cáncer del indigenismo carcome España. Toda nueva estulticia, ilegalidad, traición, corrupción o chantaje de las tribus catalana o vasca (por mencionar las dos más dañinas) es tomada con la mayor sumisión y respeto. El único nacionalismo inaceptable es el español. Pero. El apenas existente nacionalismo español es la única esperanza de salvación que le queda a España. De ahí la importancia de VOX. El futuro de VOX (y de España) descansa en el despertar y el levantamiento del nacionalismo español. Un nacionalismo español de ciudadanos libres e iguales. La tarea de VOX es fortalecer un incipiente nacionalismo español de ciudadanos libres e iguales, ideal traicionado por el PP y el PSOE desde el nacimiento mismo de la democracia española. El PP y el PSOE han abrazado los nacionalismos comarcales y se han convertido en parte del problema, se han convertido en cómplices de esos nacionalismos antiespañoles. Es una tarea ardua la que tiene VOX por delante. Cuarenta años de cesiones al enemigo tribal, cuarenta años de oportunismo ruin, cuarenta años de adoctrinamiento antiespañol en las escuelas españolas han abonado el camino de la disolución de España. Pero. El único país que hay en España es España, la única nación que hay en España es España, los únicos ciudadanos que hay en España son los ciudadanos españoles libres e iguales. Es hora de que los españoles libres e iguales despierten, se organicen, e impongan estas realidades.

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© Juan Abreu, 2006-2019