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Martes, 5 de mayo de 2020

Llevo un par de días durmiendo mal la nariz tupida y un moderado malestar parece alergia o un vulgar constipado pero no hay que confiarse, no te confíes me digo, el virus chino es un gran asesino como debe ser ya que es un producto de la China comunista país de grandes asesinos y país de gran tradición asesina y un país de salvajes que comen perros, como se sabe. Y hablando de perros, hoy leí una noticia que me enfureció letalmente y despertó mis considerables instintos asesinos. El perro de unos matones okupas, mató a un bello perrito. España es un paraíso para los delincuentes a los que favorece y mima con esmero mientras despliega el mayor desprecio hacia los ciudadanos respetuosos de la ley. Léase atentamente la noticia, es un buen retrato de la España progre. Las herederas de la propiedad okupada, víctimas del latrocinio gubernamental, los okupas impunes y protegidos por ley. La impunidad de los delincuentes okupas en España produce el asco más profundo en cualquier persona medianamente decente. Creo que si algo así me sucediera (y digo creo porque como soy humano siempre la cobardía y la vileza podrían impedirme reaccionar decorosamente), el perro del ladrón okupa podría darse por muerto. Ya sé que lo ideal sería matar al matón dueño del perro asesino y no al pobre perro asesino envilecido por su dueño ladrón, pero el mundo nunca es como debe ser y en consecuencia lo ideal está siempre severamente castigado.

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© Juan Abreu, 2006-2019