Juan Abreu
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Jueves, 23 de abril de 2020
China es una feroz dictadura comunista que hace cuarenta y dos años decidió combinar esa feroz dictadura comunista con una economía de mercado entreabierta sin renunciar a su dictadura comunista feroz ni a sus campos de concentración llenos de millones de esclavos. En respuesta a esta maniobra, los países occidentales civilizados se apresuraron a instalar sus fábricas y negocios de todo tipo en China a cambio de mano de obra barata o esclava y pensando, los más ilusos o idiotas, que esto llevaría a la irremediable democratización de la feroz dictadura comunista China. Pero. Por el contrario. Hoy la dictadura China es más poderosa que nunca y se ha dedicado a robar y copiar la tecnología occidental y a fabricar sus propios productos usando la tecnología robada occidental que tan ilusa o idiotamente los países civilizados llevaron a su territorio y así se ha fortalecido China inmensamente, ¡el milagro chino!, y ha ganado enormes cantidades de dinero gracias a estas copias y robos de tecnología occidental y con ese dinero ha hecho más eficiente su dictadura y ha modernizado y fortalecido sus descomunales fuerzas armadas. Si ahora mismo China invadiera medio mundo los países libres apenas podrían ofrecer resistencia al poderío militar chino. Europa es, militarmente, una broma. Salvo los rusos y los norteamericanos nadie cuenta con el poderío militar necesario para hacer frente a China.
Y eso fue más o menos lo que pensé de China mientras me ponía la mascarilla y los guantes y me embadurnaba con diversos geles desinfectantes para de esa manera, quizás, evitar que me mate el virus chino que vino de China.
