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Sábado, 21 de marzo de 2020

Conecto con mi hermano en Miami el mayor y hablamos naturalmente de la plaga. Lo único que nos faltaba por vivir una plaga ya hemos conocido la tiranía, la hambruna, el exilio, pero nos faltaba una plaga le digo y se echa a reír. Está viejo y achacoso mi hermano, pero me dice que acaba de terminar otra obra de teatro ¡y va una veintena! eso me tranquiliza no ha perdido su sentido de ser. Ahora vive en las afueras de la ciudad en una elegante caravana y me enseña el exterior sus plantas una mata de ciruelas y el cielo azul. Qué azul el cielo le digo. Hace mucho calor en Miami y espero que eso ayude con lo de la plaga. Ayer fue su cumpleaños setenta y tres años es una obscenidad vivir tanto me dice y mi hermana le ha hecho una tarta y se reúne la familia y celebramos vía WhatsApp. Mi hermano un escritor enorme cuya obra está prohibida en Cuba y cuyo nombre es ignorado en Cuba es el más dedicado y perseverante trabajador que tiene hoy la cultura cubana, que es una cultura de vagos.

Yo por lo que me toca cuando termina la conexión regreso a Mo y yo manteniéndome fiel al sabio axioma de Stevenson: ¡No hay más que un solo arte, el arte de omitir!

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© Juan Abreu, 2006-2019