Juan Abreu
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Jueves, 28 de noviembre de 2019
El único partido que habita fuera del consenso progre hoy en España es VOX. El consenso progre pudre la sociedad española y hace posible el éxito y el poder del que gozan los enemigos de España y de los ciudadanos españoles libres e iguales. El consenso progre es quien ha hecho posible la desespañolización de España y el estado de balcanización política en que se halla España. El consenso progre es quien ha impuesto un lenguaje estandarizado, ha sacralizado a la izquierda y, mediante la imposición de un buenismo ideológico grotesco (que alcanza incluso a la Justicia) ha desarmado y ovejizado a la sociedad española. Olviden los defectos de VOX, los reales y los inventados por la prensa del consenso progre, cualquier defecto de VOX carece de importancia ante el hecho formidable, sensacional, esperanzador, de que por fin en España hay un partido que vive fuera del consenso progre.
El consenso progre es una forma de totalitarismo. Y como bien dijo Camus: “Nada contra lo cual el totalitarismo signifique – a su juicio – un remedio puede ser peor que el propio totalitarismo”.
