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Viernes, 19 de julio de 2019

Cuando bajé a desayunar estaba el estornino suicida sacando lombrices como suele y pensé ah mira otra vez el estornino suicida y me puse a preparar el té y al rato al pasear la vista por el jardín un destello amarillo entre la hierba al pie del manzano era mi gato asesino con los ojos fijos en el estornino suicida que se acercaba incauto al lugar donde paciente esperaba mi gato asesino ¡lombrices lombrices! le iba diciendo su diminuto cerebro suicida al estornino suicida ya no tiene salvación pensé pero el perrito negro estaba a mi lado siempre le doy jamón por la mañana y susurré pajarito pajarito con voz perentoria eso basta para que salga ladrando al jardín y el estornino echó a volar y entonces mi gato asesino giró la cabeza y me miró fijamente con gran tristeza.

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© Juan Abreu, 2006-2019