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Lunes, 8 de julio de 2019

Estaba en la ciudad del futuro y llevaba el culo por fuera como todos en el día de la gran celebración así estaba estipulado y qué hermanada qué jovialmente avanzaba la muchedumbre por la inmensa avenida llena de coloridas banderas millones marchábamos entonando alegres cánticos de Paz y Hermandad y el cielo era dulce y tierno como la nalgas de un querubín y llegamos a la plaza a paso firme éramos legión y llenamos en un momento la Plaza del Culo gloriosa plaza y luego de unos minutos de angustiosa espera hizo su entrada triunfal escoltado por la escolta imperial y por el flamear de las trompetas nuestro amado Emperador Marlaska cúspide de la especie y exhibía orgullosamente nuestro amado Emperador sus dos culos ¡el Hombre Biculo! un culo donde todos tenemos el culo y otro culo donde los seres inferiores tenemos la cabeza y en ese momento con la mayor coordinación entonamos como es de rigor la oración reverencial ¡Oh San Maricón que estás en los Cielos! de celebración y orgullo y la Paz se adueñó de nuestros corazones y nos sentimos bendecidos por la superioridad moral (es decir anal) de nuestro Emperador y porque después de siglos de injusticias y de sufrimiento habíamos conseguido que el culo fuera Ley y el porvenir nos sonreía al fin.

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© Juan Abreu, 2006-2019