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Jueves, 27 de junio de 2019

Los maricones (generalizo) y subgéneros aledaños madrileños y barceloneses son muy tiquismiquis y castristas y muy politiqueros. Parecen un politburó, cuando no censuran maricones judíos censuran partidos políticos. Van siempre con el culo censor izquierdista progre por delante. A cada rato vetan a alguien en el desfile o lo que sea eso que organizan en Madrid y Barcelona. Este año han vetado entre otros al partido CIUDADANOS. ¡No los queremos… no los necesitamos! claman a lo Fidel Castro cuando expulsó a patadas de Cuba a miles de maricones por ser, ay, maricones. A mí el desfile o lo que sea eso que organizan en Madrid y Barcelona los maricones y subgéneros aledaños, me parece un lamentable ejercicio de vulgarización de una causa justa y honorable que ciertos maricones y subgéneros aledaños han convertido en un espectáculo pedestre y reaccionario y en una especie de ceremonia de sacralización casi racial del sexo gay, ¡qué palabra horrible! Pero. Estamos en un país libre y si algunos maricones y subgéneros aledaños quieren montar esa alharaca grotesca en Madrid y Barcelona que lo hagan.

Que los partidos políticos se vean obligados a humillarse ante esta patulea de chantajistas y acudan allí donde los discriminan y señalan socialmente como solía hacerse con judíos o negros, refleja de la mejor manera el abyecto clima de intimidación y matonismo ideológico que se ha apoderado de España.

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© Juan Abreu, 2006-2019