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Jueves, 27 de diciembre de 2018

A punto de entrar en la neblina de la siesta y de soñar con enormes insectos vampíricos pienso en que ya comparto el destino de Arenas en lo referente a las grandes editoriales españolas, que en vida lo ignoraron y despreciaron. Arenas terminó publicando con una pequeña editorial de Miami y allí en esa pequeña editorial se publicó El color del verano su obra maestra póstuma que apenas recibió atención de la llamada prensa cultural española que como se sabe publica decenas de artículos y críticas y páginas enteras sobre cualquier bodrio. Cuando llegué a España publicaba con Mondadori, Tusquets, Lumen y gente así pero de eso hace tiempo. Lo de publicar con editoriales grandes (que no grandes editoriales) está sobrevalorado no se vende más ni nada de eso pero es verdad que a veces los libros quedan muy bonitos y se distribuyen mejor. No es que me preocupe mucho la situación, encuentro quien me publique que ya es bastante y una vez publicados los libros existen y eso es lo que cuenta y lo que me importa. No aspiro a famas literarias ni a premios es decir no aspiro a la viruta del escribir.


¡Santocielo qué rimbombante y melodramático y qué llorica me pone diciembre!

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© Juan Abreu, 2006-2019