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Martes, 14 de agosto de 2018
El periodista Espada cree que ahora en el diario socialdemócrata El País se piensa y se escribe con pelos en la lengua. Yo creo que tiene razón. El País, en su decadencia de 169 portadas (y el atroz silencio de su plantilla) piensa y escribe de forma ya exclusivamente hirsuta. Qué prosa puro pelo. Yo al principio pensé que era por contagio tras la llegada de Jabois, del que ya sólo escribe la barba, pero el asunto es mucho más grave. Yo soy de chochos peludos, como se sabe, un chocho rasurado para mí es medio chocho (excepto el de La Giganta). Pero. Una cosa son los chochos y otra el periodismo. Así que. A pesar de esta inclinación mía a abrirme paso entre la maleza en busca de los tesoros y de la fuente de la juventud, creo que el periodista Espada tiene razón al definir y describir el problema de El País. Ya ese periódico es todo pelo sin rastro del rasgo apolíneo que distingue a cualquier periódico que se respete y que merezca ser respetado. Ya no se trata de las tonterías que suelen escribir Grandes o alguna otra jamona eterna aspirante al konsomol, es algo que atraviesa la estructura mental de El País como una trama cerdosa e impide la claridad expresiva y de pensamiento. ¡Que el gran diario español haya quedado reducido a una bola de pelos bucales!
Qué tiempos.
