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Jueves, 28 de junio de 2018_
Iba a comentar lo del gobierno del traidor Sánchez, cómo, contrario a su deber de defender a los ciudadanos españoles libres e iguales, se dedica a vender a los ciudadanos españoles libres e iguales a los golpistas racistas antiespañoles catalanes y vascos. Pero. Mis mujeres y amigas me dicen que si en España no hay en este momento miles, cientos de miles de españoles en las calles y frente a la Moncloa denunciando al traidor Sánchez y exigiendo su dimisión e inmediato encausamiento por traidor, es que España está condenada. Que no vale la pena hablar del traidor Sánchez. Dicen. Que hable del entrenador de Marruecos.
Y entonces naturalmente voy y le echo un vistazo al entrenador de Marruecos. Santocielo. Eso no es un entrenador, es un guerrero vikingo un adonis un espartano hecho a mano un dios de la masculinidad. No en balde están tan alebrestadas mis mujeres y amigas (de mis amigos locas y maricones ni les cuento).
Lo beneficia un poco, dirá algún envidioso, estar rodeado como está de marroquíes. No digo que no. La fealdad de los marroquíes es proverbial. Pero. Eso no cambia para nada los hechos. ¡Qué bello es el entrenador de Marruecos!
En consecuencia, desde aquí ruego a quien corresponda que ponga al entrenador de Marruecos al frente de todos los equipos del Mundial. Mejorará mucho el nivel estético del Mundial ¿quién podría negarlo?
