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Martes, 26 de junio de 2018
El aramburismo en el libro de Rogelio Alonso: “La tímida formalización de un insuficiente perdón emerge como cura infalible después de toda una vida marcada por una irreparable humillación: el asesinato. Contrasta la magnitud de las injusticias sufridas con esa inocua pócima sanadora que se propone. La lógica reclamación de responsabilidades políticas, morales y sociales frente a un terrorismo que posee tanto una dimensión privada como pública se reemplaza con un perdón que aparece como eficaz antídoto. Como ocurre con ese abrazo final entre la víctima y la madre irredenta del terrorista en aparente proceso de arrepentimiento. El perdón y el abrazo evocan la reconciliación, término repetido por tantos reseñadores, y palabra talismán en una sociedad como la vasca en la que los criminales anhelan ese injusto horizonte, pues implica que las dos partes son igualmente responsables del mal y deben volver a reconciliarse”.
Hablo otra vez de esto porque el Gobierno traidor de Sánchez lo que está haciendo es puro aramburismo. ¡Amor, amor! ¡Reconciliación! Y a lloriquear por los rincones suplicando a los asesinos y a los antiespañoles tribales ¡una cartica! ¡un abrazo! ¡un acuerdo! ¡diálogo! Que el Gobierno de España abrace el aramburismo como política de Estado hacia los golpistas racistas antiespañoles vascos y catalanes es lo peor que le podría pasar a los ciudadanos españoles libres e iguales.
El aramburismo es, básicamente, rendición.
