Juan Abreu
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Viernes, 1 de junio de 2018
Casi me da pena Rajoy, y el PP, tan tontos. Veo en la televisión a uno del PP, en el Congreso, diciendo al del PNV que él pensaba que el otro (el patriota vasco ¡vasco primero! y genéticamente superior a la escoria española) era un hombre de palabra. Y ahí ya no sé si reír o llorar. ¿Se puede ser más estúpido? Pero. La casi pena pasa pronto. En cuanto me acuerdo de que el PP y Rajoy son los que han entregado España a los nacionalistas racistas catalanes y a los nacionalistas racistas vascos. No menciono a Podemos (y mareas) porque no lo considero un partido español sino un partido fidelista que se debe a sus amos fidelistas y chavistas (ojo a Machín en la Embajada Cubana). Además, son fenómenos diferentes, el nacionalismo racista catalán-vasco y el fidelista Podemos. Están unidos por su odio a lo español, cierto, pero para Podemos lo español es el capitalismo mientras que para el racismo vasco-catalán lo español es lo racialmente inferior, los españoles son los negros del nacionalismo racista catalán-vasco.
Y mientras presencio el aquelarre, saco dos conclusiones inapelables. Una: el bipartidismo español ha traicionado vilmente su obligación de construir una España de ciudadanos libres e iguales. Dos: la tan alabada Constitución Española de 1978 inauguró el mejor período de la Historia de España, pero simultáneamente echó las bases de la destrucción de España.
