3573

Domingo, 22 de abril de 2018

Me levanto tarde y solecillo y de buen ánimo y lo primero que me digo al poner los pies en el suelo es: estoy hasta los huevos de tanto Perdón. Lloriqueos y Perdón y Reconciliación y Humanidad y léanse Patria, para que vean cómo la lluvia vasca lo lava todo y los policías españoles también eran muy malos. Hasta los huevos. Y siguen en todos los periódicos con la mamalonería de ETA derrotada cuando ETA lo único que ha hecho es triunfar. ETA no mataba por matar, mataba por la patria vasca y por el ¡vascos, primero! y mataba porque eran patriotas y mataban para llevar al poder a los patriotas vascos ¡vascos primero! Matar no era un fin en sí mismo, sólo un medio para alcanzar ciertos fines. Que han alcanzado, quién lo duda. Y ahora también la puta Iglesia vasca y el aluvión de cháchara correspondiente y nadie dice lo más elemental es decir que si es Iglesia vasca ¡ya no es cristiana! ¡ni Iglesia!

Y ahí los dejo que me voy al solecito y al vinito frío y a la sombrita del olivo a ver si se me refrescan los huevos.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019