Juan Abreu
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Lunes, 26 de marzo de 2018
Atrapan al golpista prófugo (Puigdemont) y toda persona decente en España se alegra de que ya el golpista esté donde debe, en la cárcel. Si uno trata de dar un golpe de estado en España el lugar al que deben enviarlo es la cárcel, naturalmente. Ahora falta meter en la cárcel a todos los que firmaron el famoso papel aquella infausta noche en el Parlamento catalán. Todo el que firmó esa Declaración de Independencia es un golpista y debe ser tratado como tal.
Gracias a la cobardía del PP el PSOE y Ciudadanos, como sabemos, cuando se aplicó el 155 en Cataluña, se dejó intacto el aparato propagandístico de los golpistas. Gracias a ello, anoche salieron los camisas pardas fidelistas a las calles de Barcelona a quemar, romper, y a lesionar policías, arengados por TV3 y sus aledaños. Con el PP (Rajoy lo único que desea en verdad es pactar con los golpistas) ya no se puede contar, ni con el PSOE, dirigido por el sesohueco Sánchez, pero Ciudadanos aún puede hacer algo para enmendar su error. Ciudadanos puede cerrar TV3 y sus aledaños. Y de esa manera desintoxicar el ambiente emponzoñado por la propaganda racista y antiespañola de los golpistas. ¿Cómo? Sólo tiene que decir al PP que no aprobará los Presupuestos Generales del Estado si no se silencia el aparato propagandístico al servicio de los sublevados. O desmantela ese aparato siniestro, o no habrá presupuestos.
A ver.
