3287

30 de junio de 2017

Hay por estos días un tira y afloja en España por lo de los vientres de alquiler. Es decir, mujeres que gestan un bebé para otra pareja que no puede tener hijos. Bueno, pues a las buenas almitas de políticos y periodistas merengues (que le ponen una tonelada de merengue a sus artículos, quiero decir), les parece mal que la mujer que lleva en la barriga nueve meses el futuro niño, cobre por las molestias. Que la cosa ha de ser por altruismo. Dicen. ¿Altruismo? No veo a los políticos ni a los periodistas merengues que quieren imponer el altruismo donar parte de sus sueldos para causas altruistas. Ni los veo trabajando sin cobrar. ¿Altruismo? No se puede imponer el altruismo. Si se impone ya no es altruismo, genios. Pero el argumento en este caso es muy simple: las mujeres tienen derecho a hacer lo que quieran con su cuerpo. Son dueñas de su cuerpo. Por lo tanto pueden alquilarlo para gestar un bebé para una pareja que no pueda tener hijos. Se llama libertad personal, y libertad de hacer negocios. Los políticos no deberían meterse en eso. No les incumbe. No tienen ninguna autoridad moral para interferir en lo que hace una mujer con su cuerpo. Es suyo, y puede alquilarlo si le da su real gana.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019