Juan Abreu
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Veo unos hermosos dátiles. ¿De dónde son? Pregunto a la chica. Sé que son de Israel dátiles como esos sólo pueden ser de Israel yo nunca he encontrado dátiles más grandes, dulces y hermosos que los de Israel. Pero. Por si acaso. Pregunto. No vaya a ser que termine comprando dátiles de uno de esos países enemigos de Israel no quiero que mi dinero vaya a uno de esos países financiadores del terrorismo antijudío países terroristas a fin de cuentas. Siempre compro ahora en esta tienda las verduras y las frutas porque trabaja aquí esta chica y tiene unas tetas portentosas (como aquella ay tan añorada que había en la librería La Central) y eso que el uniforme que le ponen no ayuda nada pero aún así se aprecia claramente tetas portentosas qué maravilla y es en sus tetas portentosas en lo que estoy pensando ahora aquí de pie junto al mostrador frente a ella y en que debe de tener los pezones gordos y suculentos como esos dátiles. Son de Israel. Me responde entonces la chica. Y yo sin dejar de mirarle las tetas naturalmente ponme quince o veinte de esos hermosos dátiles por favor.
