Juan Abreu
3197
Ya atravesando los años de la ocupación nazi Léautaud, y yo sobrecogido el libro cada vez más portentoso. Límites casi insoportables de verdad; pero leo y soporto porque yo he venido aquí a saber. Y la vileza siempre petulante eso sí de los franceses durante la ocupación y después ya liberados de los nazis pero no liberados de ellos mismos lamentablemente. La bajeza en especial de los intelectuales franceses, antes, y después de idos los nazis lo más sucio y cobarde viene a ser siempre la llamada intelectualidad hay que admitirlo históricamente hablando.
“Dejemos a este pueblo imbécil creerse todo lo que le cuentan, olvidarlo todo, no acordarse de nada, tener sólo instintos, emborracharse con su estupidez y su ignominia. Sólo sirve para ser conducido a la horca, explotado y engañado en toda la extensión de la palabra”.
El pueblo francés en este caso pero un retrato muy adecuado y más que merecido del pueblo cubano además y de todo pueblo. ¿No?
