Juan Abreu
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El proceso sedicioso en Cataluña, fundado y alimentado durante décadas por un grupo de mangantes racistas y suicidamente permitido y financiado por los Gobiernos de España, avanza a grandes pasos. El plan, por lo que se ve, es completamente fidelista y consiste (como hacía Fidel Castro cuando fusilaba) en que los demás se manchen también las manos. Así que se conmina a organizaciones civiles a sumarse a la desobediencia de las leyes y en resumen al golpe de estado provincial y a la rebelión y, cómo dudarlo, a la violencia.
Que todos los separatistas y sediciosos y sus votantes y especialmente los votantes de la CUP lo sepan, han votado por la violencia. No hay sedición sin violencia. Supongo que lo saben, aunque no puede descartarse que sean tan irresponsablemente estúpidos que piensen que no.
