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Se tiende a pensar que el fenómeno PODEMOS (y sus excrecencias varias) es un fenómeno ideológico; sólo en parte. Es en gran medida además un fenómeno derivado de un creciente desprecio por la inteligencia, el deterioro del lenguaje, la degeneración de las élites intelectuales y políticas y, sobre todo, de la entronización de un tipo de vulgaridad vindicativa y organizada. A PODEMOS suele relacionársele con el futuro y con la llegada de nuevas formas políticas de hacer y pensar. Nada más falso. Como toda vulgaridad PODEMOS sólo significa involución y atraso.

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