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New York (3)

En el MOMA, en el patio donde nos hicimos aquella foto cogiéndole las tetas a la chiva de Picasso ya no está la chiva lo que hay son unas esculturas modernillas espantosas. Suerte que ahí siguen Rousseau y Gauguin y Rothko y Léger y la danza de Matisse uno de los más bellos cuadros que existen. Yo voy a las ciudades a ver museos grandes museos y si no hay grandes museos ya las ciudades no me interesan tanto. Todo eso de la diversidad cultural y el folklorismo orgulloso y de las tradiciones locales (siempre despreciables) se ha exagerado mucho y está muy sobrevalorado. Casi podría decir que no he venido a New York sino a Picasso a Guston a Pollock a Hockney a Ensor a Dumas a Alice Neel y hasta a Alex Katz. Y ya que hablo de Neel la que fuera mujer de Carlos Enríquez pintaba mucho mejor que Carlos Enríquez (es que pintando palmitas no se puede ir muy lejos). A Carlos Enríquez como a casi todos los pintores cubanos lo devoró el costumbrismo el entorno local y esa secreción nasal también conocida como pintura nacional. Hay que cuidarse de lo nacional y del pueblo y estar siempre contra lo nacional y contra el pueblo sobre todo contra el pueblo al que dicen que perteneces.

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© Juan Abreu, 2006-2019