2895

Y no lo había terminado de escribir como se dice cuando me senté otra vez en mi mesita que da al jardín con toda esa luz y pinté varios cuerpos jugando, dos muchachas (una de ellas mi adorada Giganta) tocándose el culo y riendo y otra tumbada sobre el varón ya dispuesto contemplando extasiada su pito tieso de tamaño considerable por cierto y que está a punto de meterse en la boca, y casi se ve en lo que va definiendo la mancha de agua que se relame ella deleitándose anticipadamente y pinté además a una mujer de las que me gustan, contundentes y de cuantiosa cabellera que cae sobre su bello rostro, a cuatro patas, y a un hombre por detrás metiéndole el pito y se les ve muy felices. Muy felices.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019