Estampas
5096
Miércoles, 31 de agosto de 2022
A las ocho de la mañana o así, mientras comenzaba a asomarse una tormenta, la perrita no respondió a mis llamadas. Revisé todos los rincones de la casa, suele esconderse de rayos y truenos, que la aterran. Pero. No. Ya por entonces la lluvia, el viento y la oscuridad se adueñaban del mundo. Me puse mi chaquetón de ballenero, el que llevo en mis viajes a países de hielo o a lugares tercermundistas donde llueve mucho. Salí. En la numerosa penumbra, recorrí las calles del barrio, dando voces. Mientras me abría paso, recordé aquel huracán en Miami que hizo que la lluvia el viento y la oscuridad, lo vi, semejaran una suerte de carne. Y al recordarlo, ignoro porqué, me dio uno de esos arrebatos (arrebatos abreus, los llamaba mi madre) que me dan y me detuve en medio de la calle alcé los puños e insulté a la tormenta. Así qué allí estaba yo zarandeado por el diluvio con mi chaquetón de ballenero azuleado por los relámpagos exigiendo a la puta tormenta que me devolviera a mi perrita.
Tenían que haberme visto.

5095
Martes, 30 de agosto de 2022
Mi cerebro convierte simultáneamente mi experiencia en ficción. Antes, esta conversión demoraba más (creo). En mi juventud y madurez (ahora estoy en la antesala de la podredumbre) bastante más. Tanto, que vivía con la ilusión de que mi experiencia era algo independiente de mis ficciones. Ahora ya sé que no.

5094
Lunes, 29 de agosto de 2022
Incesantes homenajes a etarras en el llamado País Vasco. Ataques y actos de repudio contra la Guardia Civil, cuerpo civilizador, en el llamado País Vasco. Se vota más en el llamado País Vasco al partido de los racistas asesinos etarras patriotas vascos que a los partidos que representan (más o menos) a los asesinados por los patriotas racistas vascos. En consecuencia, me parece evidente que el problema de los vascos no son los etarras ni la izquierda abertzale ni el vampírico PNV.
El problema de los vascos son los vascos.

5093
Domingo, 28 de agosto de 2022
Y aún algo más del formidable libro de Wenceslao Fernández Flórez:
“En las aldeas que estaban bajo dominio de los rojos, muchos grupos de los que sembraban el terror crucificaban a las personas con las cabezas para abajo en los muros de las iglesias y, luego, encendían pequeñas hogueras por debajo de sus cráneos. Las mujeres encabezaban dichos grupos”.
“Las terribles furias de la Revolución francesa fueron superadas por estos monstruos. Tantos horrores hicieron que yo comprendo perfectamente que en el extranjero las persona que viven en un medio normal supongan que son invenciones. Cuando nosotros desaparezcamos, los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después refutarán estos hechos –lamentablemente exactísimos– como exageraciones de un partidismo inflamado”.

5092
Sábado, 27 de agosto de 2022
Quieren meter (con razón) en la cárcel a la ladrona y nazi (sinónimos de peronista) Cristina Fernández Kirchner. Dudo que lo consigan. Pero lo que quería decir es que, como se habla mucho ahora de la Kirchner y sale en la tele y eso, cada vez que la veo me acuerdo de Eva Perón, gran felatriz.

5091
Viernes, 26 de agosto de 2022
Ayer fuimos a cenar a Barcelona con unos buenos amigos. El restaurante, por las Ramblas. Lo que queda de las Ramblas. Lo que queda de Barcelona. Qué paisaje ruin y desolador. Cuando llegué, hace veinticinco años, Barcelona era una ciudad provinciana es verdad pero amable, limpia, burguesa (que es lo mejor que puede ser una ciudad) y casi civilizada. Ahora es un meadero gigante, un vergel de narcopisos, un estercolero letal donde los ladrones y todo tipo de forajidos campan a sus anchas y hay que andar con mucho cuidado por esas calles antes cordiales y hasta bonitas y hoy colonizadas por una crápula siniestra y primitiva. Manténganse alejados, es mi consejo.
Pero. Es lo que merecen los barceloneses también hay que decirlo.

5090
Jueves, 25 de agosto de 2022
Viene a cocinar Espada. A cocinar en serio, anuncia. Tremendo. Ya en los preliminares, Marta exclama: ¡Está bestializado! Hay que esperar a que se remanse un poco y tome control del plato del escenario y de la situación, digo, y ya verás cómo se humaniza. Y así es. Al rato vuelve a ser Espada. Gazpacho de espárragos blancos. Y arroz con rape y espinacas, pieza cardinal. Pimienta blanca, pimentón dulce, ñora, vinagre de manzana, puerro, limoncito rallado, pepino, cebollas de Figueras, pimienta negra, ajo, tomillo seco, perejil, espinacas baby, hojas de laurel. Ribeira Sacra. Qué compleja, olorosa, entarabillada, rítmica y milimétrica erección: todo gran plato es dicha empinada. ¡Qué David Muñoz (el chef gremlin) ni que niño muerto! Y Marta dice ahora que ha tenido dos preorgasmos como estrellas lejanas y un orgasmo completo pero pequeño. ¡De sólo mirar! A esto llamo yo cocinar en serio.
Fotografía/MS.

5089
Miércoles, 24 de agosto de 2022
Y qué bellamente termina el brutal libro de Wenceslao Fernández Flórez con su regreso a la España del bando nacional.
“El carabinero que debía revisar las maletas se limitó a complimentarme afectuosamente. En la sala, donde era necesario presentar la ficha de entrada, un joven falangista declaro:
–Libre.
En las barreras me esperaba un grupo de amigos. En la entrada del puente, la vieja y gloriosa bandera de España –no la bandera de un partido– pendía en la calma de la tarde. Después de un año de amarguras, en que cada hombre era un enemigo y en que cada voz era una amenaza, aquel acogimiento me conmovió (…) En el tono naturalmente afectuoso de la llegada había la ternura de la patria que protege a sus hijos, el calor de la solidaridad de millones de seres que sentí de repente a mi lado, ligado yo a ellos y ellos a mí por ese sentimiento tan confuso y tan concreto; tan complicado y tan razonable, que viene de lejos, de tan lejos que no se sabe de dónde y que va hasta la inmensa distancia de los siglos futuros. Me sentí acariciado, recogido, amparado. Mi antigua personalidad volvió a encontrarse en mí, como si estuviese allí, hacía un año, a mi espera.
Inclinado sobre la mesa, sollocé, perdido el dominio de mí mismo. Un minuto después, al querer disculpar aquella flaqueza de espíritu, el falangista cortó la frase que iba a pronunciar y me dijo cariñosamente:
–No se avergüence. Cuando vienen de allá todos los que entran lloran.

5088
Martes, 23 de agosto de 2022
En el espacio exterior se lloriquea mucho y reina la hipocresía la cháchara suicida y la mamalonería pacifista y progre más acendrada (Un crimen abyecto que debe ser condenado sin paliativos. El terrorismo jamás es la respuesta legítima a ninguna agresión, por brutal que sea, Editorial de El Mundo) por lo del asesinato de la hija del ideólogo racista ruso Aleksandr Duguin. Pero. Aunque lo cierto es que yo hubiera preferido que mataran al padre. O a Putin. Los ucranianos tienen todo el derecho (y digo más, la obligación) de matar a sus enemigos donde quiera que estén. Sobre todo, a los dirigentes, ideólogos y propagandistas de cualquier signo del régimen asesino ruso.
Lo peor que hicieron los cubanos (y esto los ha condenado a sesenta y tres años de dictadura comunista, y los que faltan) es haber renunciado cobardemente a matar a sus enemigos.

5087
Lunes, 22 de agosto de2022
Hace poco me puse a leer a Natalia Ginzburg, su libro Las pequeñas virtudes. Alguien me había hablado de Ginzburg. Sí, sí. Pero. Leo. Bueno. Apoteosis de cháchara sentimental y de pensamiento grupal. Y llego a este párrafo:
“Inglaterra nunca es vulgar. Conformista, pero no vulgar. Como es triste, nunca es chabacana. La vulgaridad surge de la chabacanería y de la prepotencia. Surge también del capricho”.
Me detengo. “Inglaterra nunca es vulgar”. Una frase que no quiere decir nada. “Conformista, pero no vulgar”. Frase que tampoco quiere decir nada. “Como es triste, nunca es chabacana”. Nada. “La vulgaridad nace de la chabacanería y de la prepotencia”. Nada. “Surge también del capricho”. Nada.
Un párrafo puramente literario, falso, vacío, que no quiere decir nada, que carece de asentamiento en lo real. Un párrafo que representa la falsedad y la mentira de la literatura.
La literatura debe aspirar a una escritura limpia, recta, escueta, sólida y real. Todo lo demás es cháchara sin significado y sin sentido. Así Ginzburg y su farsa.
Si sometiéramos a este fisking a la gran literatura occidental quedaría muy poco. Casi nada.
