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Lunes, 8 de marzo de 2021

Hay una verdad que el feminismo y la horda chochocrática adjunta se niega a ver, la verdad de que el poder siempre ha estado en manos de la mujer. El destino de la mujer es dominar al hombre (Paglia). Y eso ha estado haciendo a lo largo de la Evolución y la Civilización. La Mujer es el poder ancestral y es la Madre amantísima y los hombres, salvo los que conforman las limaduras y virutas que produce todo progreso, aceptamos ese poder, damos la vida por él si es necesario; lo buscamos porque a su sombra se vive mejor, protegido, amado, alejarse de la Madre carnal y simbólica es alejarse de la vida, quedarse a la intemperie. Lo demás es peste ideológica, cháchara, subvenciones, politiquería y compra de votos. En la foto, Ayuso es la Madre amantísima y es el pétalo acorazado. La foto es un bukkake político.

Y Ocho de Marzo, etcétera.

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© Juan Abreu, 2006-2019