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Miércoles, 9 de enero de 2019

Mientras preparo el desayuno a veces pongo la televisión y hoy salió el programa de Quintana y había uno de VOX invitado. EL pobre hombre apenas podía hablar lo interrumpían sin parar sobre todo una mujer de rostro plano y cepillado y pelo pajizo que parecía un velociraptor histérico y que supuraba esa falsa e hipócrita indignación progre y mujerista y casi iba a apagar cuando Espada preguntó al de VOX si era nacionalista y el de VOX no supo responder. A veces me gustaría tener un pinganillo (qué palabra) conectado al cerebro de los políticos para ir diciendole a los muy burros lo que tienen que decir. El de VOX contestó mal. Somos patriotas, no somos nacionalistas, dijo.

Esa no era la respuesta. La respuesta era: Si la democracia española permite partidos comunistas, chavistas, castristas, independentistas, anticapitalistas y hasta partidos de terroristas reciclados ¿por qué no nacionalistas? Por qué un partido nacionalista es el ¡horror! del corazón de las tinieblas. Somos un partido que pone a España primero y pone a los españoles libres e iguales primero. ¿Eso nos hace nacionalistas? Entonces lo somos. Y qué. Durante cuarenta años los españoles libres e iguales han sido relegados por los nacionalismos provinciales y por la corrupta progresía izquierdista y por la corrupta derecha cobarde y servil. Nuestro partido quiere cambiar eso. Cómo. Poniendo a España y a los españoles libres e iguales primero. ¿Eso nos hace nacionalistas? Pues lo somos.

Esa era la respuesta. Detesto el nacionalismo naturalmente viniendo de la Cuba nacionalista y dictatorial. Pero. Eso tenía que haber respondido el de VOX.

¡Que alguien me coloque un pinganillo! ¡Mi reino por un pinganillo!

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© Juan Abreu, 2006-2019