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Lunes, 15 de octubre de 2018

Ahora (de un tiempo acá) los días grises y la humedad ambiental y por supuesto la lluvia llaman a mi cuerpo. Es decir que a la grisura la humedad y la lluvia corresponden unas sensaciones de agarrotamiento y dolor en la pierna izquierda y en la rodilla izquierda y adormecimiento también este último en el tobillo izquierdo y en la planta del pie, izquierdo. La izquierda siempre enemiga hasta en esto. La pierna derecha nunca me ha dado problemas, a mi eso me lo dice todo ideológicamente. Llovió cerrado otra vez y se metió la lluvia en su cubículo pero mucho antes de que lo hiciera, a efectos de su llamada, paseando a los perritos en el parque el músculo recto anterior el sartorio y el sóleo y el gemelo eran hormigueros y el fémur un rumor calcáreo. Todavía faltaba bastante para que empezara a llover y ya mi cuerpo era un presentimiento.

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© Juan Abreu, 2006-2019