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Viernes, 15 de junio de 2018

Para constatar otra vez (como si hiciese falta) el grado de mamalonería buenista generalizada que aqueja a la sociedad española, el caso de la señora, creo que consejal del Pp, que ha dicho que los discapacitados no tienen otro remedio que ir de putas o necesitan más ese servicio o algo por el estilo. Bueno, dicen que ha insultado a los discapacitados. Le piden que rectifique. Pero. La mujer ha dicho algo de sentido común. Habrá menos mujeres dispuestas a follar con un discapacitado, eso no lo discutirá nadie. Así que es razonable que el discapacitado en cuestión recurra a la prostitución y a las benditas y nunca suficientemente respetadas ni apreciadas putas. Como se sabe, los hombres podemos metérsela hasta a un objeto inanimado. Pero. Llega el momento en que tienes que metérsela a una mujer (o a un hombre, depende de lo que te guste) porque ya no se aguanta más y las pajas no resuelven el problema (las pajas sólo resuelven el problema hasta cierto punto) y, si eres discapacitado, sobre todo si pensamos en discapacidades más o menos severas, creo que recurrir al servicio de prostitutas (o de prostitutos) es una buena opción.

¿No?

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