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Jueves, 7 de diciembre de 2017

Hace veintisiete años y siete de diciembre se mató en Manhattan Reinaldo. No sé si nevaba cuando se mató es posible que nevara o hubiera nevado poco antes y las calles de la ciudad tuvieran ese tono de tizne quebrado y un aire de cuchillos y la desolación característica de los llamados días de fiesta. Reinaldo era un gran fingidor sin fingimiento no hay vida quiero decir que sin fingimiento habría que matarse. Vivir es prácticamente fingir salvo cuando llega el dolor que entonces no se puede fingir las cosas son así de jodidas. La última vez que estuve en New York pasé frente al edificio y alcé la cabeza hacia el lugar donde acabó con su vida. Recuerdo que caía la tarde en ese momento y el cielo de Manhattan era uno de esos cielos de hierro que son exactamente lo contrario de la luz. Veintisiete años. La vida pasa y nos lleva.

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© Juan Abreu, 2006-2019