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Portugal (10)

La noche para que lo sepan cae sobre Lisboa como una pomada la veo caer así y siento algo parecido a la tristeza y a un agrietado desasosiego. Sobre el Tajo y sobre la gran dentadura encrespada que es la ciudad y sus tilos plateados, cae. A mí esa manera de caer que tiene aquí la noche me erotiza bastante es que hay un poso triste en el sexo ¿no? Pero. Tal vez lo que siento no tenga nada que ver con la tristeza sino con la baba infantil que segrega la suspensión de la muerte justo después de corrernos. Todos la hemos sentido.

Tal vez los hombres ni siquiera existan tal vez sólo existan niños abandonados.

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© Juan Abreu, 2006-2019