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Avanzo y va haciéndose delicioso, cómo disfruto viendo retratados a los cuplogordos de la CUP (los de la CUP son la burguesía cubana fidelistas de ahora; aunque la burguesía cubana fidelista se duchaba más, es verdad) y en general a la progresía española.
“Esos que siempre encuentran excusas para encubrir los crímenes de izquierda con la etiqueta de errores inevitables en el proceso de construcción de la nueva blablabla y bla. Esos inagotables peregrinos que, acabado el mito soviético, inventaron a China con mil flores (pronto marchitas), surgido el fantasma amarillo y racista de Mao, buscaron su último refugio bajo las barbas paranoicas de Fidel Castro”.
Y un par de líneas después.
“El comunismo es el fascismo de los pobres”.
No se puede decir mejor.
Y en España también el refugio de los jóvenes burgueses hijos de papá, por cierto.