2169

Francia (5)

Llegamos a Combourg bajo una fina lluvia que me dicen que aquí cae la mayor parte del año. Paseamos por los vastos jardines bajo los castaños inmensos así que aquí fue donde creció Chauteabriand el magnífico. Yo también decía de niño como Víctor Hugo seré Chautebriand o nada. Y afuera más allá de las torres en una intersección a la vista del lago, la estatua. Qué apuesto Chautebriand.

Más tarde, desde las murallas de St. Malo contemplo Gran Bé, donde está la tumba del escritor. Cuando baja mucho la marea se puede llegar al peñasco a pie pero ahora está altísima la marea. Un montón de franceses se bañan en el mar helado. Hay hasta un trampolín y los jóvenes sobre todo se zambullen desde allí. Me parece ver algunas focas pero tal vez sean franceses a fin de cuentas. Yo es que me congelo de sólo mirar ese mar. Estoy un rato contemplando la cruz en la distancia y pienso en la vida y en la muerte y en el poder de la imaginación y en ese tipo de cosas y me digo lo que siempre me digo en lugares como este ¡qué lejos has llegado geográfica y humanamente Juan Abreu! y al decirlo siento como si le diera una patada en el culo a los castristas y sonrío.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019