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Acostado a la sombra del olivo bien comido y pinot gris mediante pienso en las próximas elecciones municipales. Lo primero que me viene a la cabeza es El hombre invisible, es decir el alcalde Trias. Ya saben ustedes que hay una escena en la famosa película en la que el hombre invisible se quita las vendas que le envuelven la cabeza y debajo no hay nada. Me gusta mucho esa escena. Al alcalde Trias le pasa lo mismo, si se quita las gafas anaranjadas que le han puesto los asesores de imagen, debajo no hay nada.

Bueno, rectifico, hay una voz como de loca tapada. Así que no se asusten si andan por Barcelona y de un espacio que parece estar vacío brota una voz de loca tapada: es el alcalde Trias, que se ha quitado las gafas.

Lo segundo que me viene a la cabeza es una tal Colau, una señora roja y gorda entre cuyas delirantes propuestas está crear una moneda propia para la ciudad. El telahecolau, creo que se llamará la moneda en cuestión.

¡Telahecolau contra El hombre invisible!

Y entonces alguien se me acerca y dice de qué te ríes pensé que estabas dormido y a continuación creo que me duermo.

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© Juan Abreu, 2006-2019