1989

Habrá además una escena de chupamiento nocturno. En medio de las montañas. Tela de ochenta por ochenta. Dos guerrilleros, héroes de una popular revolución, que flotan chupándose en la oscuridad después de haberse alejado un poco del campamento, se intuye.

Alguien podría pensar (hasta yo mismo) que los protagonistas del furtivo acoplamiento son Fidel Castro y Ernesto Guevara el famoso Ché. Bueno. Sí. Pero. No exactamente. Ante todo bajeza colectiva y tribal vulgaridad y ante todo como es evidente muerte y destrucción.

Son cuadros agresivos, me dice un galerista. No. Mis cuadros son risitas y hasta muecas dolorosas pero sobre todo espacios de una intensa ingenuidad. Y el horror y el ridículo confluyendo no puedo dejar de repetirlo. Y un uso del color que desarma toda violencia y la hace luminosa crema algo amarga eso sí.

Y mi vida naturalmente.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019