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Martes, 17 de septiembre de 2019

Han comenzado las maniobras de acoso y derribo de Cayetana Álvarez de Toledo. Demasiado brillante, demasiado española, demasiado ciudadana libre e igual y sobre todo culturalmente intolerable para la banda de analfabetos integrales que conforman la baronía pepera. Veo en el asunto no sólo bajeza y politiquería también una reacción alérgica: la mediocridad y su vulgaridad adjunta son alérgicas a la fineza, a la elegancia fortificada y espontáneamente irradiada que, como sabemos, raramente florece. No hay nada que moleste y despierte los más bajos instintos del animalejo manada que la inteligencia independiente y el coraje moral. La presencia de Álvarez de Toledo tiene en la baronía pepera el efecto de una antorcha arrojada a las tinieblas del cubil donde engorda el existir bajuno provincial y encarrilado del animalejo manada. Molesto por el intruso resplandor se revuelve e intenta apagar la luz que amenaza las tinieblas en las que parasita y medra. Se veía venir. Ya tardaban.

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© Juan Abreu, 2006-2019