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Viernes, 5 de abril de 2019

Se ha ido demasiado lejos. Debajo del fulgor de la Transición había un forúnculo. No se cauterizó a tiempo. Durante cuarenta años ese forúnculo ha crecido y ahora ya ese forúnculo lo infecta todo y lo envilece todo. Ya no se puede atajar el pus. El pus del nacionalismo vasco catalán. El pus de las identidades sagradas y las lenguas sagradas devenidas general purulencia gracias a la cobardía, la corrupción, y gracias a la comercialización de la igualdad de los ciudadanos españoles libres e iguales perpetrada por el PP y el PSOE. Mientras el PP y el PSOE no fueron parte de la purulencia y sólo se aprovechaban de ella para medrar y gobernar, tal vez hubo remedio. Pero ahora que el PSOE ha decidido convertirse en pus antiespañol, ya se ha ido demasiado lejos. Cuarenta años de cobardía y de infección socialdemócrata y de sarna izquierdista en las escuelas han producido generaciones de españoles de tal forma habituados a la purulencia vasco catalana que la encuentran natural y votarán al PSOE poniendo así fin al fulgor de la democracia española. No se cauterizó a tiempo qué lástima.

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© Juan Abreu, 2006-2019